Semana 7. 8 de abril.
Deberes
y derechos del docente.
En general los derechos del personal
docente están cobijados por los ordenamientos de las leyes laborales y
educativas. Entre otros, los docentes tiene derecho a:
·
Ser respetados por
los alumnos, los padres y demás personal de la Institución.
·
Ser escuchados por
los alumnos, por sus padres y representantes y por el personal de la
Institución.
·
Modificar el
desarrollo y presentación del programa académico, de acuerdo con la comprensión
del mismo, con los procesos de aprendizaje involucrados y en el diseño curricular
de la institución, previo análisis y consulta con la Dirección y Coordinación
Académica.
·
Tomar decisiones,
disciplinarias y/o académicas, autónomas, de conformidad con el Manual de
Convivencia. Como parte de este proceso, desarrollar estrategias para mantener
el orden y la coherencia en su actividad; exigir la presentación de las
evaluaciones programadas y un comportamiento adecuado durante las actividades
internas o externas a las clases, y evaluar cuando lo considere pertinente.
·
Participar en los programas
de actualización académica que ofrezca o promueva el Colegio.
·
Recibir
retroalimentación con base en los procesos de evaluación de desempeño para
elaborar su plan de mejoramiento.
Las
responsabilidades y obligaciones de los docentes están contenidas en el
contrato laboral y en su perfil del cargo. Entre otros, los docentes tienen el
deber de:
·
Actuar de acuerdo con
lo estipulado en el Perfil del puesto de trabajo correspondiente y en las
cláusulas del contrato.
·
Cumplir con el manual
de convivencia de la Institución en cuanto al Personal Docente, Normas de
Convivencia, Norma de Transito interno, etc. (horarios, puntualidad, uniforme,
presencia, etc.),
·
Hacer cumplir las
normas del Manual de Convivencia, tanto dentro como fuera de la Institución.
·
Comprometerse con los
Alumnos en su formación integral. Cuidar y proteger a los alumnos y dar buen
trato
·
Respetar a sus
compañeros en su Persona y en su labor siendo leales, honestos, responsables,
tolerantes y éticos.
·
Favorecer los valores
de la institución, fomentando la colaboración y críticas constructivas que
favorezcan el buen nombre de la misma.
·
Respetar a la U.E.
Niños en Acción como Institución en todo momento.
·
Prestar la
colaboración en el reemplazo de cualquier profesor en labores alternas por ausencia
temporal según lo disponga la Coordinación Académica o la Dirección.
·
Guardar estricta
reserva de toda información que llegue a su conocimiento en razón de su empleo
u oficio y que sea de naturaleza confidencial.
·
No verse involucrado
en actividades que vayan en contra de los principios y valores promovidos por
la institución.
·
Desarrollar
estrategias para mantener el orden y la coherencia en su actividad; exigir la
presentación de las evaluaciones programadas y un comportamiento adecuado
durante las actividades internas o externas a las clases, y evaluar cuando lo
considere pertinente.
·
Estar en permanente
actualización profesional.
·
Participar de manera
comprometida en losprogramas de actualización académica que ofrezca, diseñe y/o
promueva el colegio.
·
Mantener la
coherencia entre el ejercicio profesional y el proyecto pedagógico del colegio.
·
Esforzarse en
mantener un alto nivel académico en su área y cumplir con los programas y
planes de estudio propuestos.
·
Solicitar
retroalimentación con base en los procesos de evaluación de desempeño para
elaborar su plan de mejoramiento.
Ventaja y desventaja de la profesión docente.
Concepto de ciudadanía y
ciudadano.
Ciudadanía.
Es el conjunto de derechos
y deberes por los cuales el ciudadano o individuo está sujeto en su
relación con la sociedad en que vive. El término ciudadanía proviene del
latín civitas, que significa ciudad. Por tanto, ciudadanía es
la condición que se otorga al ciudadano de
ser miembro de una comunidad organizada.
La ciudadanía implica derechos y deberes que deben ser cumplidos por el
ciudadano, sabiendo que aquellos serán responsables por la vivencia del
individuo en la sociedad.
Este concepto de ciudadanía está ligado al Derecho, sobre todo en lo que se refiere a
los derechos políticos, sin los cuales el individuo no puede intervenir en los
asuntos del Estado, y que
permite la participación directa o indirecta del individuo en el gobierno y en
la consecuente administración a través del voto directo para elegir o para
competir por cargos públicos de forma indirecta.
Uno de los requisitos de la ciudadanía es la nacionalidad, para que
los ciudadanos puedan ejercer sus derechos políticos. Pero también existen personas
que, a pesar de ser nacionales de un Estado, no tienen los derechos políticos,
porque pueden haber sido revocados o denegados, por ejemplo, los presidiarios
no tienen derecho a votar, que es un derecho obligatorio para los mayores de 18
años.
Tradicionalmente e históricamente, la mujer, al igual
que los niños o los sirvientes, no tenía ningún tipo de ciudadanía. No es hasta
el primer cuarto del siglo XX cuando se empiezan a reconocer los derechos de las mujeres en el ámbito
político, como el sufragio femenino, y cuando la mujer adquiere una
situación de ciudadanía de pleno derecho en la mayoría de países.
La ciudadanía exige al individuo como un habitante de
la ciudad, como dice la raíz de la palabra, que cumpla sus deberes, y como un
individuo de acción pueda llevar a cabo tareas para su bien y también para
el desarrollo de la comunidad en
la que vive, ya que los problemas de la ciudad deberían ser una preocupación
para todos los ciudadanos.
La ciudadanía se ejerce por las personas, los grupos y las instituciones que, a
través de la capacitación,
es decir, a través del poder que tienen para realizar las tareas sin necesidad
de autorización o permiso de alguien.
Las acciones
ciudadanas deberían causar cambios que conducen a evolucionar y
fortalecerse, participando en comunidades, en políticas sociales y
activamente en ONGs (Organizaciones no gubernamentales) a través del
voluntariado, donde se realizan acciones de solidaridad para el bien de la
población excluida de las condiciones de ciudadanía.
Estas últimas organizaciones complementan la labor del Estado,
realizando acciones donde este no consigue llegar.
Ciudadano.
Es un adjetivo que
puede designar aquello perteneciente o relativo a la ciudad o los ciudadanos.
Asimismo, como ciudadano puede considerarse a aquella persona que es habitante
u oriunda de una ciudad. La palabra, en este sentido, se deriva del
latín civĭtas, civitātis, que significa ‘ciudad’, y se
compone con el sufijo “-ano”, que indica pertenencia o procedencia.
Como
sustantivo, ciudadano es una palabra que
se emplea para designar a aquella persona que ha nacido en un lugar (un pueblo,
una ciudad, un país) y que, en virtud de ello, es miembro de una comunidad
organizada. En este sentido, un ciudadano es parte de un Estado y, por lo
tanto, titular de derechos y deberes sujetos a sus leyes.
En el mundo antiguo, principalmente en
el sistema civil de la Antigua
Grecia, como ciudadano solamente podía considerarse a una categoría muy
reservada de personas. Como tal, para que un individuo fuera reconocido como
ciudadano de un Estado tenía que reunir un conjunto de condiciones, como la
libertad, cierto nivel de riquezas, la posición social, etc. En este sentido,
las mujeres, lo extranjeros y los esclavos se encontraban fuera de esta categoría.
El punto de inflexión más importante en la historia de la humanidad relativo
al derecho a la ciudadanía fue
la Declaración de los Derechos del Hombre, obra de la Revolución francesa,
según la cual todos los hombres nacieron libres e iguales.
Hoy en día el
concepto de ciudadano se ha ampliado, e
incluye a todas las personas naturales de un país o región, o a aquellas
que han desarrollado cierto nivel de identidad y pertenencia al lugar
donde se desenvuelven cotidianamente y han accedido legalmente a la ciudadanía.
Por su parte, el Consejo Europeo considera como ciudadano a aquella persona
que, básicamente, coexiste en una sociedad.
Relación y diferencia
entre ciudadanía y ciudadano.
TEMAS
|
CONCEPTOS
|
RELACION
|
DIFERENCIA
|
Ciudadanía.
|
Son un conjunto de derechos y deberes el cual el ciudadano está
sujeto a la sociedad en la que vive.
|
Es que deben ser cumplidos los deberes
y los derechos.
|
Esta propone implemento de los
derechos y deberes a la sociedad.
|
Ciudadano.
|
Es el
ser humano miembro de una
sociedad que posee deberes y derechos.
|
Que forma todos partes de una
comunidad y que todos tienen deberes y
derecho de igual manera.
|
Que debe ser cumplido los derechos y
los deberes.
|
Deberes y derecho de
los ciudadanos.
Deberes:
-
· Respetar los derechos ajenos y no abusar de los propios.· Obrar conforme al principio de solidaridad social, respondiendo con acciones humanitarias ante situaciones que pongan en peligro la vida o la salud de las personas.· Respetar y apoyar a las autoridades democráticas legítimamente constituidas para mantener la independencia y la integridad nacionales.· Defender y difundir los derechos humanos como fundamento de la convivencia pacífica.· Participar en la vida política, cívica y comunitaria del país.· Propender al logro y mantenimiento de la paz.· Colaborar para el buen funcionamiento de la administración de la justicia.· Proteger los recursos culturales y naturales del país y velar por la conservación de un ambiente sano.· Contribuir al financiamiento de los gastos e inversiones del Estado dentro de conceptos de justicia y equidad.
Derechos:
·
Todos los seres humanos
nacen libres e iguales en dignidad y derechos.
·
Toda persona tiene
todos los derechos y libertades, sin distinción alguna de raza, color, sexo,
idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole.
·
Todo individuo tiene
derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona.
· Nadie estará sometido a
la esclavitud ni a servidumbre; la esclavitud y la trata de esclavos están
prohibidas en todas sus formas.
·
Nadie será sometido a
torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes.
·
Todo ser humano tiene
derecho, en todas partes, al reconocimiento de su personalidad jurídica.
·
Todos somos iguales
ante la ley y tenemos, sin distinción, derecho a igual protección de la ley.
· Toda persona tiene
derecho a un recurso efectivo, ante los tribunales nacionales competentes, que
le ampare contra actos que violen sus derechos fundamentales reconocidos por la
constitución o por la ley.
·
Nadie podrá ser
arbitrariamente detenido, preso ni desterrado.
·
Toda persona tiene
derecho, en condiciones de plena igualdad, a ser oída pública-mente y con
justicia por un tribunal independiente e imparcial, para la determinación de
sus derechos y obligaciones o para el examen de cualquier acusación contra
ella.
·
Toda persona acusada de
delito tiene derecho a que se presuma su inocencia mientras no se pruebe su
culpabilidad.
· Nadie será objeto de
injerencias arbitrarias en su vida privada, su familia, su domicilio o su
correspondencia, ni de ataques a su honra o a su reputación.
· Toda persona tiene
derecho a circular libremente y elegir su residencia, a salir de cualquier país
y a regresar a su país.
·
En caso de persecución,
toda persona tiene derecho a buscar asilo en cualquier país. Este derecho no
podrá ser invocado contra una acción judicial originada por delitos comunes o
actos opuestos a los propósitos y principios de las Naciones Unidas.
·
Toda persona tiene
derecho a una nacionalidad.
· Los hombres y mujeres,
a partir de la edad núbil, tienen derecho, sin restricción alguna, a casarse y
fundar una familia. Sólo mediante libre y pleno consentimiento de los futuros
esposos podrá contraerse matrimonio.
· Toda persona tiene
derecho a la propiedad, individual y colectivamente. Nadie puede ser privado
arbitrariamente de su propiedad.
·
Toda persona tiene
derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión.
·
Todo individuo tiene
derecho a la libertad de opinión y de expresión.
· Toda persona tiene
derecho a la libertad de reunión y de asociación pacíficas. Nadie podrá ser
obligado a pertenecer a una asociación.
· Toda persona tiene
derecho a participar en el gobierno de su país, directamente o por medio de
representantes libremente elegidos.
· Toda persona, como
miembro de la sociedad, tiene derecho a la seguridad social, y a obtener la
satisfacción de los derechos económicos, sociales y culturales, indispensables
a su dignidad y al libre desarrollo de su personalidad.
· Toda persona tiene
derecho al trabajo, a la libre elección del mismo y a la protección contra el
desempleo; y a percibir igual salario por igual trabajo. Toda persona tiene
derecho a formar sindicatos y a sindicarse para la defensa de sus intereses.
·
Toda persona tiene
derecho al descanso, al disfrute de su tiempo libre, a una limitación razonable
del horario laboral y a vacaciones periódicas pagadas.
·
Toda persona tiene
derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su familia, la
salud y el bienestar, y en especial la alimentación, el vestido, la vivienda,
la asistencia médica y los servicios sociales necesarios.
·
La maternidad y la
infancia tienen derecho a cuidados y asistencia especiales.
· Toda persona tiene
derecho a la educación; ésta deberá ser gratuita y obligatoria en los ciclos
elementales.
·
Toda persona tiene
derecho a tomar parte en la vida cultural de la comunidad, a gozar de las artes
y a participar en el progreso científico.
·
Toda persona tiene
derecho a que se establezca un orden social e internacional en el que los
derechos y libertades proclamados en esta Declaración se hagan plenamente
efectivos.
·
Toda persona tiene
deberes respecto a la comunidad puesto que sólo en ella puede desarrollar libre
y plenamente su personalidad.
Historia de los
derechos humanos.
Para la declaración de la ONU de 1948,
véase Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Los derechos humanos son aquellas
condiciones instrumentales que le permiten a la persona su realización. En consecuencia
subsume aquellas libertades, facultades, instituciones o reivindicaciones
relativas a bienes primarios o básicos que incluyen a toda persona, por el
simple hecho de su condición humana, para la garantía de una vida digna, sin
distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de
cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento
o cualquier otra condición.
Para
autores naturalistas los
derechos humanos son independientes o no dependen exclusivamente del ordenamiento jurídico vigente, por lo que son considerados fuente del derecho; sin embargo desde el positivismo jurídico la
realidad es que solamente los países que suscriben los Pactos Internacionales de Derechos Humanos o Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (PIDCP)
y el Pacto Internacional de Derechos
Económicos, Sociales y Culturales (PIDESC) y sus Protocolos Carta Internacional de Derechos Humanosestán
obligados jurídicamente a su cumplimiento. Así, por ejemplo, en relación
con la pena de muerte, contraria
a la Declaración Universal de los Derechos Humanos, el
facultativo del pacto internacional de los derechos civiles y político,
destinado a abolir la pena de muerte no ha sido firmado por países como China, Irán, Estados Unidos, Vietnam, Japón, India o Guatemala.
Desde un
punto de vista más relacional, los derechos humanos se han definido como las
condiciones que permiten crear una relación integrada entre la persona y
la sociedad, que
permita a los individuos ser personas
jurídicas, identificándose consigo mismos y con los demás.
Existe un
importante debate sobre el origen cultural de los derechos humanos.
Generalmente se considera que tienen su raíz en la cultura occidental moderna,
pero existen al menos dos posturas principales más. Algunos afirman que
todas las culturas poseen visiones de dignidad que se
plasman en forma de derechos humanos, y hacen referencia a proclamaciones como
la Carta de Mandén, de 1222,
declaración fundacional del Imperio de
Malí. No obstante, ni en japonés ni
en sánscrito clásico, por
ejemplo, existió el término derecho hasta que se produjeron
contactos con la cultura occidental, ya que estas culturas han puesto
tradicionalmente el acento en los deberes. Existen
también quienes consideran que Occidente no ha creado la idea ni el concepto de
derechos humanos, aunque sí una manera concreta de sistematizarlos, una
discusión progresiva y el proyecto de una filosofía de los derechos humanos.
De acuerdo a
lo dispuesto en la Declaración adoptada por consenso de los 171 Estados reunidos
en Viena en la Conferencia Mundial de Derechos Humanos en 1993: “todos los
derechos humanos son universales, indivisibles e interdependientes y están
relacionados entre sí”. “Entonces, la universalidad, indivisibilidad e
interdependencia son los pilares conceptuales en que trata de sustentarse el
reconocimiento y protección internacional de los derechos humanos”
La
universalidad es “inherente a los derechos fundamentales del hombre porque
estos son expresiones de la dignidad de todo individuo” y por lo tanto
deberían ser aceptados, respetados y garantizados por los Estados no importando
el sistema político-ideológico, económico y socio-cultural que expresen.
Cuestión que viene a ser un tanto ambigua y complicada debido a las distintas
cosmovisiones regionales y localistas.
Las teorías
que defienden la universalidad de los derechos humanos se suelen contraponer
al relativismo cultural, que afirma la validez de todos los sistemas
culturales y la imposibilidad de cualquier valoración absoluta desde un marco
externo, que en este caso serían los derechos humanos universales. Entre estas
dos posturas extremas se sitúa una gama de posiciones intermedias. Muchas
declaraciones de derechos humanos emitidas por organizaciones internacionales
regionales ponen un acento mayor o menor en el aspecto cultural y dan más
importancia a determinados derechos de acuerdo con su trayectoria histórica.
La Organización para la Unidad Africana proclamó en 1981 la Carta Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos, que
recogía principios de la Declaración Universal de 1948 y
añadía otros que tradicionalmente se habían negado en África, como el derecho de libre determinación o el deber de los Estados de
eliminar todas las formas de explotación económica extranjera. Más tarde, los
Estados africanos que acordaron la Declaración de Túnez, el 6 de
noviembre de 1993, afirmaron que no puede
prescribirse un modelo determinado a nivel universal, ya que no pueden
desatenderse las realidades históricas y culturales de cada nación y las
tradiciones, normas y valores de cada pueblo. En una línea similar se
pronuncian la Declaración de Bangkok, emitida
por países asiáticos el 22 de abril de 1993, y la declaración de El Cairo, firmada
por la Organización de la Conferencia Islámica el 5 de agosto de 1990.
Conciencia ciudadana.
La conciencia ciudadana es el pensamiento que nos debe llevar a la reflexión acerca de qué somos, qué queremos y qué necesitamos como sociedad, en virtud de ser mejores individuos para el bien colectivo y del nuestro; la ciudad en su noble ideal se concibe hoy en día como una representación, un símbolo colectivo que evoca las aspiraciones del ser humano.
Hay que promover la participación ciudadana para
la solución pacífica de conflictos y un mejoramiento de las condiciones del
entorno, y apoyar la solidaridad con la ciudad, de ahí aparece el concepto de
cultura ciudadana que pretende aumentar la conciencia individual y colectiva,
no basta ser habitantes sino verdaderos ciudadanos. Actualmente a nivel local
tenemos un exceso de paternalismo, nuestra autoestima ha bajado
considerablemente, nos mostramos contrarios a colaborar; muchas veces no sólo
son los problemas materiales y arreglos de obras, son también prioritarios los
problemas sociales, ambientales, productivos, culturales, etc.
Por tanto los gobiernos locales deberían generar una nueva alternativa a partir de su gestión, por consiguiente volvemos a lo mismo, el desarrollo local no es solamente la construcción de grandes obras o mejorar los espacios; el verdadero bienestar lleva a un desarrollo económico y productivo, ahí sí con la colaboración y participación de la ciudadanía en la toma de decisiones, con una política de presupuesto participativa, que consiste en una intervención directa con la ciudadanía para establecer las necesidades y distribuir los ingresos de acuerdo a los requerimientos de la población.
Por lo demás hay ideas positivas como la gestión de un grupo que se llama ‘Amigos Unidos por Portoviejo’ que está trabajando en este tipo de proyectos, especialmente en el tema de mejoramiento ambiental.
Por tanto los gobiernos locales deberían generar una nueva alternativa a partir de su gestión, por consiguiente volvemos a lo mismo, el desarrollo local no es solamente la construcción de grandes obras o mejorar los espacios; el verdadero bienestar lleva a un desarrollo económico y productivo, ahí sí con la colaboración y participación de la ciudadanía en la toma de decisiones, con una política de presupuesto participativa, que consiste en una intervención directa con la ciudadanía para establecer las necesidades y distribuir los ingresos de acuerdo a los requerimientos de la población.
Por lo demás hay ideas positivas como la gestión de un grupo que se llama ‘Amigos Unidos por Portoviejo’ que está trabajando en este tipo de proyectos, especialmente en el tema de mejoramiento ambiental.
Liberta
y la justicia como fundamento de la
conciencia ciudadana.
La libertad de decidir y elegir, se expresa en la
autonomía y la independencia de cada uno de nosotros, se requiere que definamos
nuestros principios y valores, nos hagamos responsables de nuestros actos y sus
consecuencias, sean positivas o negativas y respetar a los demás.
La libertad para elegir y decidir: rasgos esencial de
la naturaleza humana: la libertad es la facultad natural del ser humano para
actuar o dejar de actuar de una manera u otra, por lo que es responsable de sus
actos. Históricamente la consagración de la libertad se dio en Francia, a
partir de la declaración de los derechos del hombre y del ciudadano (1759), en
la que se definió libertad como: “la facultad de hacer todo aquello que no
perjudique a otro”.
La libertad para elegir y decidir no sólo es un
derecho; también es una capacidad personal para actuar responsablemente entre
diversas posibilidades, guiados por nuevos valores, convicciones y
sentimientos, y asumiendo las consecuencias de nuestros actos.
La libertad como característica que distingue a los
humanos de otros seres vivos: la libertad es un valor y también un derecho en
las personas que se traduce en la autodeterminación (es decir en la capacidad
para elegir y decidir, sin tener que recabar la autorización o el permiso de
otra persona, asumiendo responsabilidad sobre las repercusiones de sus actos).
La libertad humana empieza por la liberación de
prejuicios, que es condición indispensable para elegir y decidir. La libertad
es la facultad humana de dirigir el pensamiento y la conducta según los
dictados de la razón y la voluntad del individuo, peor aceptando que existen
normas que rigen la conducta y sanciones que se aplican a quien desobedezca. el
uso de la libertad debe ejercitarse responsablemente. Sin embargo, siempre han
existido obstáculos que la limitan y, a veces, la cancelan.
La libertad se ejerce dentro de condiciones y límites:
de seguro haz visto la frase que se ha colocado en algunos sitios, prohibido
fumar, que dice “tu libertad de fumar termina donde empieza mi libertad de
respirar aire limpio”. ¿Cómo la entiendes? una de las definiciones de la
palabra libertad, de acuerdo con el diccionario de la lengua española, editado
por la real academia española es, “en la facultad de hacer o decir cuanto no se
oponga o decir cuanto no se oponga a las leyes ni a las buenas costumbres”.
De acuerdo con esta definición, la libertad tiene
límites, ya sean legales (dispuestas en una ley) o convencionales (de acuerdo
con normas y costumbres sociales). No es posible entender la libertad como
hacer lo que nos venga en gana sin responsabilidades, sin el respeto a la
libertad de los demás y a las leyes. La libertad debe de entenderse como
nuestro derecho a actuar sin restricciones, siempre que nuestros actos no
interfieran con los derechos equivalentes de otras personas.
Pensar y dar cuenta de las decisiones: pensar
significa reflexionar, analizar cuidadosamente antes de tomar una decisión
entre varias opciones. Sabemos que podemos tomar una buena o mala decisión.
Para tomar una buena decisión debemos buscar información suficiente, objetiva y
confiable sobre el tema; utilizar la razón (es decir, anticipar las
posibilidades de éxito o certeza, los beneficios o riesgos para uno mismo y los
demás) y contar con un referente ético (es decir, examinar las posibilidades de
no causar daño a nadie por la toma de una decisión equivocada).
Se deben asumir las consecuencias de la decisión
tomada, es recomendable actuar con autonomía y plena libertad, sin permitir que
otros tomen la decisión que nos corresponde, porque somos nosotros los que
habremos de dar cuenta de los afectos de la decisión tomada.
Democracia y
Paz.
El 21
de septiembre se celebra el “Día Internacional de la Paz” y el eje
temático asignado por las Naciones Unidas en esta ocasión es “paz y
democracia”. El vínculo entre ambos valores parte del supuesto de
que la democracia es indispensable para la paz; a su vez, la
democracia se fortalece cuando una sociedad trabaja por la paz, es decir, por
la superación de la violencia en sus distintas expresiones, y por la búsqueda
de la mayor justicia como base de la vida común entre los miembros de una
sociedad. Este tipo de relación está sustentada en una forma
concreta de entender y de ejercitar la paz y la democracia.
Aclaremos, entonces, el sentido que pueden tener estas palabras en el contexto
de una relación mutuamente potenciadora y enriquecedora.
La
democracia que puede posibilitar paz social es aquella que se define por los
derechos humanos y tiene al menos cuatro características: primero, la
celebración de elecciones libres e imparciales, que posibiliten el derecho a la
participación política; segundo, la existencia de medios de difusión libres e
independientes, que pueden contribuir al ejercicio del derecho a la
libertad de expresión, pensamiento y conciencia; tercero, la separación de los
poderes del Estado, que ayude a proteger a los ciudadanos de la violación de
sus derechos civiles y políticos; y cuarto, el fomento de una sociedad civil
abierta que haga efectivo el derecho de reunión y asociación pacíficas,
orientadas a fortalecer el poder de la ciudadanía como condición para que la
democracia fundamente la libertad individual y los derechos humanos en la
justicia social y en la equidad económica .
La
importancia de este modo de entender la democracia, es que nos permite contar
con un criterio concreto y objetivo para valorar su realidad y verdad: el
respeto y promoción de derechos humanos fundamentales. Ignacio Ellacuría,
en su momento, nos ponía en alerta con respecto al discurso idealista sobre la
democracia, que tiende a confundir el deber ser con la realidad. Es el caso
cuando se habla de este sistema relacionándolo con abstracciones como igualdad,
libertad, representatividad, etc., pero sin prestar atención a las realidades
concretas que podrían impedir o posibilitar que las personas sean más libres,
más iguales y más protagonistas. Engañoso es también reducir la democracia a la
gobernabilidad política, ocultando la necesidad de una democracia económica que
implique la reducción de la pobreza y la desigualdad social. Una “democracia”
que promete una igualdad abstracta con una desigualdad real, no es germen de
paz, sino de conflicto estructural y, por tanto, de crisis permanente.
Con
respecto a la noción de paz, hace unos días Jon Sobrino nos recordaba la
necesidad de un mínimo de análisis de lo que se entiende por paz, para que la
palabra no sea usada para eludir otras realidades fundamentales como la
justicia o la injusticia. En tal sentido, hacía una distinción entre la pax
romana, la eirene griega y el shalom judeo cristiano. La pax romana refiere al
sometimiento impotente y resignado que imponía el imperio romano a pueblos
enteros, y que siguen imponiendo a lo largo de la historia, los imperios
militares y económicos, produciendo mucho dolor, sufrimiento y muerte. La
eirene griega, por otra parte, significa ausencia de violencia y de guerra
(acuerdo para terminar con un conflicto armado); ciertamente la ausencia de
conflictos bélicos es un componente necesario de la paz, pero no suficiente
para hablar con propiedad de una paz estable. Para el shalom judeo cristiano,
en cambio, la paz designa la vida común de los seres humanos, basada en la
justicia y la verdad, en la solidaridad y la reconciliación. Lo planteado por
Sobrino nos remite a la visión cristiana de la paz que encontramos en el
Documento de Medellín. Allí se destacan tres características: primera, la paz
es, ante todo, obra de la justicia; por tanto, supone y exige la instauración
de un orden justo en el que los hombres y mujeres puedan realizarse como seres
humanos, en donde su dignidad sea respetada, sus legítimas aspiraciones
satisfechas, su acceso a la verdad reconocido, su libertad personal garantizada
(2,14); segundo rasgo, la paz es un quehacer permanente, es el resultado de un
continuo esfuerzo de adaptación a las nuevas circunstancias, a las exigencias y
desafíos de una historia cambiante. “Una paz estática y aparente puede
obtenerse con el empleo de la fuerza; una paz auténtica implica lucha,
capacidad inventiva, conquista permanente” (2, 14). La paz es, finalmente,
fruto del amor, expresión de una real fraternidad entre los seres humanos (paz
social); por eso se afirma que allí donde no hay paz social, donde se encuentran
injustas desigualdades sociales, políticas, económicas y culturales, hay un
rechazo del don de la paz. Esta es la paz Shalom, la que designa una situación
de bienestar pleno, de justicia y equidad.
Terminamos
con una acotación: el lema escogido por las Naciones Unidas
para acompañar la celebración del Día Internacional de la paz es “Haz oír tu
voz”. Este llamado nos trae a la memoria dos reflexiones. La primara tomada de
Aristóteles, quien afirma en uno de sus escritos que el ser humano es aquel ser
que tiene palabras y no sólo voz. Los animales tienen solo voz para expresar el
placer y el dolor; los seres humanos tienen palabras porque pueden,
conjuntamente, deliberar entre ellos sobre lo conveniente e inconveniente,
sobre lo justo y lo injusto. Y por otra parte, más cercano a nosotros, Ignacio
Ellacuría, exhortaba a que el pueblo salvadoreño hiciera oír su voz,
que reflexionara sobre la situación del país, que exigiera ser bien informados,
que hicieran sentir la urgencia de un desarrollo económico profundo del país, y
la resolución del problema de la injusticia.
“Haz
oír tu voz” ¿qué debe significar ahora mismo este lema para alcanzar la paz y
fortalecer la democracia? Al menos debe implicar despertar de la
indolencia o de la indiferencia ante las cuestiones públicas (la injusticia, la
impunidad, la depredación, etc.); debe llevar a defender los derechos de los
empobrecidos, la muerte por hambre de los habitantes de Somalia, por ejemplo,
debería generar indignación y solidaridad; debe conducirnos a denunciar
enérgicamente los abusos y las injustas consecuencias de las inequidades
extremas entre ricos y pobres; debe orientarnos al compromiso por una
democracia incluyente que valora la necesidad de promover las organizaciones de
la sociedad civil, los medios de difusión pluralistas, y la política económica
centrada en el desarrollo de las personas; debe llevarnos a renovar el
compromiso con la no violencia y con la justicia, convencidos de que la paz es,
en definitiva, fruto de la justicia.
Reforzando nuestros
aprendizajes.
¿Qué contenido se trabajó?
La vocación
de la profesión docente, deberes y derecho del docente, la vida moral del
docente, ventaja y desventaja de la profesión docente, concepto de ciudadanía y
ciudadano, relación y diferencia entre
ciudadanía y ciudadano, deberes y derecho del ciudadano, historia de los
derechos humanos, conciencia ciudadana, libertada y la justicia como fundamento
de la conciencia ciudadana y democracia y paz.
¿Cómo se trabajó?
La temática
de este día consistía en hacer
exposiciones grupales con los temas asignados de la semana anterior, los cuales
no se pudieron exponer por cuestión de
tiempo, pero elaboramos un informe con estos
temas, y se realizó un mural en el aula bajo el tema ética de la profesión docente.
¿Cómo lo puedo poner en práctica con mis
futuros estudiantes?
A través de reflexión, teatro,
dialogo y trabajo en grupo.
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ResponderEliminarPara enseñar se necesita vocación. Cuando educas con pasión los resultados son satisfactorios y nos damos cuenta que lo hicimos bien.
ResponderEliminarPara poder exigir y reclamar nuestros derechos en cualquier ámbito de la vida ,tenemos que cumplir en primer lugar con nuestras responsabilidades y deberes. Hay que enfatizar esa parte para tener buenos resultados.
ResponderEliminarPara poder exigir y reclamar nuestros derechos en cualquier ámbito de la vida ,tenemos que cumplir en primer lugar con nuestras responsabilidades y deberes. Hay que enfatizar esa parte para tener buenos resultados.
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