martes, 18 de abril de 2017

Semana 7.  8 de abril.


Deberes y derechos del docente.




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En general los derechos del personal docente están cobijados por los ordenamientos de las leyes laborales y educativas. Entre otros, los docentes tiene derecho a:

·         Ser respetados por los alumnos, los padres y demás personal de la Institución.
·         Ser escuchados por los alumnos, por sus padres y representantes y por el personal de la Institución.
·         Modificar el desarrollo y presentación del programa académico, de acuerdo con la comprensión del mismo, con los procesos de aprendizaje involucrados y en el diseño curricular de la institución, previo análisis y consulta con la Dirección y Coordinación Académica.
·         Tomar decisiones, disciplinarias y/o académicas, autónomas, de conformidad con el Manual de Convivencia. Como parte de este proceso, desarrollar estrategias para mantener el orden y la coherencia en su actividad; exigir la presentación de las evaluaciones programadas y un comportamiento adecuado durante las actividades internas o externas a las clases, y evaluar cuando lo considere pertinente.
·         Participar en los programas de actualización académica que ofrezca o promueva el Colegio.
·         Recibir retroalimentación con base en los procesos de evaluación de desempeño para elaborar su plan de mejoramiento.

Las responsabilidades y obligaciones de los docentes están contenidas en el contrato laboral y en su perfil del cargo. Entre otros, los docentes tienen el deber de:

·         Actuar de acuerdo con lo estipulado en el Perfil del puesto de trabajo correspondiente y en las cláusulas del contrato.
·         Cumplir con el manual de convivencia de la Institución en cuanto al Personal Docente, Normas de Convivencia, Norma de Transito interno, etc. (horarios, puntualidad, uniforme, presencia, etc.),
·         Hacer cumplir las normas del Manual de Convivencia, tanto dentro como fuera de la Institución.
·         Comprometerse con los Alumnos en su formación integral. Cuidar y proteger a los alumnos y dar buen trato
·         Respetar a sus compañeros en su Persona y en su labor siendo leales, honestos, responsables, tolerantes y éticos.
·         Favorecer los valores de la institución, fomentando la colaboración y críticas constructivas que favorezcan el buen nombre de la misma.
·         Respetar a la U.E. Niños en Acción como Institución en todo momento.
·         Prestar la colaboración en el reemplazo de cualquier profesor en labores alternas por ausencia temporal según lo disponga la Coordinación Académica o la Dirección.
·         Guardar estricta reserva de toda información que llegue a su conocimiento en razón de su empleo u oficio y que sea de naturaleza confidencial.
·         No verse involucrado en actividades que vayan en contra de los principios y valores promovidos por la institución.
·         Desarrollar estrategias para mantener el orden y la coherencia en su actividad; exigir la presentación de las evaluaciones programadas y un comportamiento adecuado durante las actividades internas o externas a las clases, y evaluar cuando lo considere pertinente.
·         Estar en permanente actualización profesional.
·         Participar de manera comprometida en losprogramas de actualización académica que ofrezca, diseñe y/o promueva el colegio.
·         Mantener la coherencia entre el ejercicio profesional y el proyecto pedagógico del colegio.
·         Esforzarse en mantener un alto nivel académico en su área y cumplir con los programas y planes de estudio propuestos.
·         Solicitar retroalimentación con base en los procesos de evaluación de desempeño para elaborar su plan de mejoramiento.


Ventaja y desventaja de la profesión docente.

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Concepto de ciudadanía y ciudadano.

Ciudadanía.


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Es el conjunto de derechos y deberes por los cuales el ciudadano o individuo está sujeto en su relación con la sociedad en que vive. El término ciudadanía proviene del latín civitas, que significa ciudad. Por tanto, ciudadanía es la condición que se otorga al ciudadano de ser miembro de una comunidad organizada.
La ciudadanía implica derechos y deberes que deben ser cumplidos por el ciudadano, sabiendo que aquellos serán responsables por la vivencia del individuo en la sociedad.
Este concepto de ciudadanía está ligado al Derecho, sobre todo en lo que se refiere a los derechos políticos, sin los cuales el individuo no puede intervenir en los asuntos del Estado, y que permite la participación directa o indirecta del individuo en el gobierno y en la consecuente administración a través del voto directo para elegir o para competir por cargos públicos de forma indirecta. 



Uno de los requisitos de la ciudadanía es la nacionalidad, para que los ciudadanos puedan ejercer sus derechos políticos. Pero también existen personas que, a pesar de ser nacionales de un Estado, no tienen los derechos políticos, porque pueden haber sido revocados o denegados, por ejemplo, los presidiarios no tienen derecho a votar, que es un derecho obligatorio para los mayores de 18 años.

Tradicionalmente e históricamente, la mujer, al igual que los niños o los sirvientes, no tenía ningún tipo de ciudadanía. No es hasta el primer cuarto del siglo XX cuando se empiezan a reconocer los derechos de las mujeres en el ámbito político, como el sufragio femenino, y cuando la mujer adquiere una situación de ciudadanía de pleno derecho en la mayoría de países.
La ciudadanía exige al individuo como un habitante de la ciudad, como dice la raíz de la palabra, que cumpla sus deberes, y como un individuo de acción pueda llevar a cabo tareas para su bien y también para el desarrollo de la comunidad en la que vive, ya que los problemas de la ciudad deberían ser una preocupación para todos los ciudadanos.



La ciudadanía se ejerce por las personas, los grupos y las instituciones que, a través de la capacitación, es decir, a través del poder que tienen para realizar las tareas sin necesidad de autorización o permiso de alguien.

Las acciones ciudadanas deberían causar cambios que conducen a evolucionar y fortalecerse, participando en comunidades, en políticas sociales y activamente en ONGs (Organizaciones no gubernamentales) a través del voluntariado, donde se realizan acciones de solidaridad para el bien de la población excluida de las condiciones de ciudadanía.
Estas últimas organizaciones complementan la labor del Estado, realizando acciones donde este no consigue llegar.

Ciudadano.

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Es un adjetivo que puede designar aquello perteneciente o relativo a la ciudad o los ciudadanos. Asimismo, como ciudadano puede considerarse a aquella persona que es habitante u oriunda de una ciudad.  La palabra, en este sentido, se deriva del latín civĭtascivitātis, que significa ‘ciudad’, y se compone con el sufijo “-ano”, que indica pertenencia o procedencia.

Como sustantivo, ciudadano es una palabra que se emplea para designar a aquella persona que ha nacido en un lugar (un pueblo, una ciudad, un país) y que, en virtud de ello, es miembro de una comunidad organizada. En este sentido, un ciudadano es parte de un Estado y, por lo tanto, titular de derechos y deberes sujetos a sus leyes.

En el mundo antiguo, principalmente en el sistema civil de la Antigua Grecia, como ciudadano solamente podía considerarse a una categoría muy reservada de personas. Como tal, para que un individuo fuera reconocido como ciudadano de un Estado tenía que reunir un conjunto de condiciones, como la libertad, cierto nivel de riquezas, la posición social, etc. En este sentido, las mujeres, lo extranjeros y los esclavos se encontraban fuera de esta categoría. El punto de inflexión más importante en la historia de la humanidad relativo al derecho a la ciudadanía fue la Declaración de los Derechos del Hombre, obra de la Revolución francesa, según la cual todos los hombres nacieron libres e iguales.

Hoy en día el concepto de ciudadano se ha ampliado, e incluye a todas las personas naturales de un país o región, o a aquellas que han desarrollado cierto nivel de identidad y pertenencia al lugar donde se desenvuelven cotidianamente y han accedido legalmente a la ciudadanía. Por su parte, el Consejo Europeo considera como ciudadano a aquella persona que, básicamente, coexiste en una sociedad.

Relación y diferencia entre ciudadanía y ciudadano.

TEMAS
CONCEPTOS
RELACION
DIFERENCIA
Ciudadanía.
Son un conjunto de  derechos y deberes el cual el ciudadano está sujeto a la sociedad en la que vive.
Es que deben ser cumplidos los deberes y los derechos.
Esta propone implemento de los derechos y deberes a la sociedad.
Ciudadano.
 Es el  ser humano  miembro de una sociedad que posee deberes y derechos.
Que forma todos partes de una comunidad  y que todos tienen deberes y derecho de igual manera.
Que debe ser cumplido los derechos y los deberes.

Deberes y derecho de los ciudadanos.

Deberes:

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  • ·         Respetar los derechos ajenos y no abusar de los propios.
    ·    Obrar conforme al principio de solidaridad social, respondiendo con acciones humanitarias ante situaciones que pongan en peligro la vida o la salud de las personas.
    ·    Respetar y apoyar a las autoridades democráticas legítimamente constituidas para mantener la independencia y la integridad nacionales.
    ·         Defender y difundir los derechos humanos como fundamento de la convivencia pacífica.
    ·         Participar en la vida política, cívica y comunitaria del país.
    ·         Propender al logro y mantenimiento de la paz.
    ·         Colaborar para el buen funcionamiento de la administración de la justicia.
    ·         Proteger los recursos culturales y naturales del país y velar por la conservación de un ambiente sano.
    ·         Contribuir al financiamiento de los gastos e inversiones del Estado dentro de conceptos de justicia y equidad.

Derechos:

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·         Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos.
·         Toda persona tiene todos los derechos y libertades, sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole.
·         Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona.
·     Nadie estará sometido a la esclavitud ni a servidumbre; la esclavitud y la trata de esclavos están prohibidas en todas sus formas.
·         Nadie será sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes.
·         Todo ser humano tiene derecho, en todas partes, al reconocimiento de su personalidad jurídica.
·         Todos somos iguales ante la ley y tenemos, sin distinción, derecho a igual protección de la ley.
·        Toda persona tiene derecho a un recurso efectivo, ante los tribunales nacionales competentes, que le ampare contra actos que violen sus derechos fundamentales reconocidos por la constitución o por la ley.
·         Nadie podrá ser arbitrariamente detenido, preso ni desterrado.
·         Toda persona tiene derecho, en condiciones de plena igualdad, a ser oída pública-mente y con justicia por un tribunal independiente e imparcial, para la determinación de sus derechos y obligaciones o para el examen de cualquier acusación contra ella.
·         Toda persona acusada de delito tiene derecho a que se presuma su inocencia mientras no se pruebe su culpabilidad. 
·   Nadie será objeto de injerencias arbitrarias en su vida privada, su familia, su domicilio o su correspondencia, ni de ataques a su honra o a su reputación.
·        Toda persona tiene derecho a circular libremente y elegir su residencia, a salir de cualquier país y a regresar a su país.
·         En caso de persecución, toda persona tiene derecho a buscar asilo en cualquier país. Este derecho no podrá ser invocado contra una acción judicial originada por delitos comunes o actos opuestos a los propósitos y principios de las Naciones Unidas.
·         Toda persona tiene derecho a una nacionalidad.

·       Los hombres y mujeres, a partir de la edad núbil, tienen derecho, sin restricción alguna, a casarse y fundar una familia. Sólo mediante libre y pleno consentimiento de los futuros esposos podrá contraerse matrimonio.
·      Toda persona tiene derecho a la propiedad, individual y colectivamente. Nadie puede ser privado arbitrariamente de su propiedad.
·         Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión.
·         Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión.
·     Toda persona tiene derecho a la libertad de reunión y de asociación pacíficas. Nadie podrá ser obligado a pertenecer a una asociación.
·       Toda persona tiene derecho a participar en el gobierno de su país, directamente o por medio de representantes libremente elegidos.
·      Toda persona, como miembro de la sociedad, tiene derecho a la seguridad social, y a obtener la satisfacción de los derechos económicos, sociales y culturales, indispensables a su dignidad y al libre desarrollo de su personalidad.
·      Toda persona tiene derecho al trabajo, a la libre elección del mismo y a la protección contra el desempleo; y a percibir igual salario por igual trabajo. Toda persona tiene derecho a formar sindicatos y a sindicarse para la defensa de sus intereses.
·         Toda persona tiene derecho al descanso, al disfrute de su tiempo libre, a una limitación razonable del horario laboral y a vacaciones periódicas pagadas.
·         Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su familia, la salud y el bienestar, y en especial la alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia médica y los servicios sociales necesarios.
·         La maternidad y la infancia tienen derecho a cuidados y asistencia especiales.
·     Toda persona tiene derecho a la educación; ésta deberá ser gratuita y obligatoria en los ciclos elementales.
·         Toda persona tiene derecho a tomar parte en la vida cultural de la comunidad, a gozar de las artes y a participar en el progreso científico.
·         Toda persona tiene derecho a que se establezca un orden social e internacional en el que los derechos y libertades proclamados en esta Declaración se hagan plenamente efectivos.
·         Toda persona tiene deberes respecto a la comunidad puesto que sólo en ella puede desarrollar libre y plenamente su personalidad.

Historia de los derechos humanos.

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Para la declaración de la ONU de 1948, véase Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Los derechos humanos son aquellas condiciones instrumentales que le permiten a la persona su realización. En consecuencia subsume aquellas libertades, facultades, instituciones o reivindicaciones relativas a bienes primarios o básicos que incluyen a toda persona, por el simple hecho de su condición humana, para la garantía de una vida digna, sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición.
Para autores naturalistas los derechos humanos son independientes o no dependen exclusivamente del ordenamiento jurídico vigente, por lo que son considerados fuente del derecho; sin embargo desde el positivismo jurídico la realidad es que solamente los países que suscriben los Pactos Internacionales de Derechos Humanos o Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (PIDCP) y el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (PIDESC) y sus Protocolos Carta Internacional de Derechos Humanosestán obligados jurídicamente a su cumplimiento. Así, por ejemplo, en relación con la pena de muerte, contraria a la Declaración Universal de los Derechos Humanos, el facultativo del pacto internacional de los derechos civiles y político, destinado a abolir la pena de muerte no ha sido firmado por países como ChinaIránEstados UnidosVietnamJapónIndia o Guatemala.
Desde un punto de vista más relacional, los derechos humanos se han definido como las condiciones que permiten crear una relación integrada entre la persona y la sociedad, que permita a los individuos ser personas jurídicas, identificándose consigo mismos y con los demás.
Existe un importante debate sobre el origen cultural de los derechos humanos. Generalmente se considera que tienen su raíz en la cultura occidental moderna, pero existen al menos dos posturas principales más. Algunos afirman que todas las culturas poseen visiones de dignidad que se plasman en forma de derechos humanos, y hacen referencia a proclamaciones como la Carta de Mandén, de 1222, declaración fundacional del Imperio de Malí. No obstante, ni en japonés ni en sánscrito clásico, por ejemplo, existió el término derecho hasta que se produjeron contactos con la cultura occidental, ya que estas culturas han puesto tradicionalmente el acento en los deberes. Existen también quienes consideran que Occidente no ha creado la idea ni el concepto de derechos humanos, aunque sí una manera concreta de sistematizarlos, una discusión progresiva y el proyecto de una filosofía de los derechos humanos.
De acuerdo a lo dispuesto en la Declaración adoptada por consenso de los 171 Estados reunidos en Viena en la Conferencia Mundial de Derechos Humanos en 1993: “todos los derechos humanos son universales, indivisibles e interdependientes y están relacionados entre sí”. “Entonces, la universalidad, indivisibilidad e interdependencia son los pilares conceptuales en que trata de sustentarse el reconocimiento y protección internacional de los derechos humanos”
La universalidad es “inherente a los derechos fundamentales del hombre porque estos son expresiones de la dignidad de todo individuo” y por lo tanto deberían ser aceptados, respetados y garantizados por los Estados no importando el sistema político-ideológico, económico y socio-cultural que expresen. Cuestión que viene a ser un tanto ambigua y complicada debido a las distintas cosmovisiones regionales y localistas.
Las teorías que defienden la universalidad de los derechos humanos se suelen contraponer al relativismo cultural, que afirma la validez de todos los sistemas culturales y la imposibilidad de cualquier valoración absoluta desde un marco externo, que en este caso serían los derechos humanos universales. Entre estas dos posturas extremas se sitúa una gama de posiciones intermedias. Muchas declaraciones de derechos humanos emitidas por organizaciones internacionales regionales ponen un acento mayor o menor en el aspecto cultural y dan más importancia a determinados derechos de acuerdo con su trayectoria histórica.
 La Organización para la Unidad Africana proclamó en 1981 la Carta Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos, que recogía principios de la Declaración Universal de 1948 y añadía otros que tradicionalmente se habían negado en África, como el derecho de libre determinación o el deber de los Estados de eliminar todas las formas de explotación económica extranjera. Más tarde, los Estados africanos que acordaron la Declaración de Túnez, el 6 de noviembre de 1993, afirmaron que no puede prescribirse un modelo determinado a nivel universal, ya que no pueden desatenderse las realidades históricas y culturales de cada nación y las tradiciones, normas y valores de cada pueblo. En una línea similar se pronuncian la Declaración de Bangkok, emitida por países asiáticos el 22 de abril de 1993, y la declaración de El Cairo, firmada por la Organización de la Conferencia Islámica el 5 de agosto de 1990.
Conciencia ciudadana.

La conciencia ciudadana es el pensamiento que nos debe llevar a la reflexión acerca de qué somos, qué queremos y qué necesitamos como sociedad, en virtud de ser mejores individuos para el bien colectivo y del nuestro; la ciudad en su noble ideal se concibe hoy en día como una representación, un símbolo colectivo que evoca las aspiraciones del ser humano.
Hay que promover la participación ciudadana para la solución pacífica de conflictos y un mejoramiento de las condiciones del entorno, y apoyar la solidaridad con la ciudad, de ahí aparece el concepto de cultura ciudadana que pretende aumentar la conciencia individual y colectiva, no basta ser habitantes sino verdaderos ciudadanos. Actualmente a nivel local tenemos un exceso de paternalismo, nuestra autoestima ha bajado considerablemente, nos mostramos contrarios a colaborar; muchas veces no sólo son los problemas materiales y arreglos de obras, son también prioritarios los problemas sociales, ambientales, productivos, culturales, etc.
Por tanto los gobiernos locales deberían generar una nueva alternativa a partir de su gestión, por consiguiente volvemos a lo mismo, el desarrollo local no es solamente la construcción de grandes obras o mejorar los espacios; el verdadero bienestar lleva a un desarrollo económico y productivo, ahí sí con la colaboración y participación de la ciudadanía en la toma de decisiones, con una política de presupuesto participativa, que consiste en una intervención directa con la ciudadanía para establecer las necesidades y distribuir los ingresos de acuerdo a los requerimientos de la población.
Por lo demás hay ideas positivas como la gestión de un grupo que se llama ‘Amigos Unidos por Portoviejo’ que está trabajando en este tipo de proyectos, especialmente en el tema de mejoramiento ambiental.


Liberta y la justicia como fundamento  de la conciencia ciudadana.

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La libertad de decidir y elegir, se expresa en la autonomía y la independencia de cada uno de nosotros, se requiere que definamos nuestros principios y valores, nos hagamos responsables de nuestros actos y sus consecuencias, sean positivas o negativas y respetar a los demás.
La libertad para elegir y decidir: rasgos esencial de la naturaleza humana: la libertad es la facultad natural del ser humano para actuar o dejar de actuar de una manera u otra, por lo que es responsable de sus actos. Históricamente la consagración de la libertad se dio en Francia, a partir de la declaración de los derechos del hombre y del ciudadano (1759), en la que se definió libertad como: “la facultad de hacer todo aquello que no perjudique a otro”.
La libertad para elegir y decidir no sólo es un derecho; también es una capacidad personal para actuar responsablemente entre diversas posibilidades, guiados por nuevos valores, convicciones y sentimientos, y asumiendo las consecuencias de nuestros actos.
La libertad como característica que distingue a los humanos de otros seres vivos: la libertad es un valor y también un derecho en las personas que se traduce en la autodeterminación (es decir en la capacidad para elegir y decidir, sin tener que recabar la autorización o el permiso de otra persona, asumiendo responsabilidad sobre las repercusiones de sus actos).
La libertad humana empieza por la liberación de prejuicios, que es condición indispensable para elegir y decidir. La libertad es la facultad humana de dirigir el pensamiento y la conducta según los dictados de la razón y la voluntad del individuo, peor aceptando que existen normas que rigen la conducta y sanciones que se aplican a quien desobedezca. el uso de la libertad debe ejercitarse responsablemente. Sin embargo, siempre han existido obstáculos que la limitan y, a veces, la cancelan.
La libertad se ejerce dentro de condiciones y límites: de seguro haz visto la frase que se ha colocado en algunos sitios, prohibido fumar, que dice “tu libertad de fumar termina donde empieza mi libertad de respirar aire limpio”. ¿Cómo la entiendes? una de las definiciones de la palabra libertad, de acuerdo con el diccionario de la lengua española, editado por la real academia española es, “en la facultad de hacer o decir cuanto no se oponga o decir cuanto no se oponga a las leyes ni a las buenas costumbres”.
De acuerdo con esta definición, la libertad tiene límites, ya sean legales (dispuestas en una ley) o convencionales (de acuerdo con normas y costumbres sociales). No es posible entender la libertad como hacer lo que nos venga en gana sin responsabilidades, sin el respeto a la libertad de los demás y a las leyes. La libertad debe de entenderse como nuestro derecho a actuar sin restricciones, siempre que nuestros actos no interfieran con los derechos equivalentes de otras personas.
Pensar y dar cuenta de las decisiones: pensar significa reflexionar, analizar cuidadosamente antes de tomar una decisión entre varias opciones. Sabemos que podemos tomar una buena o mala decisión. Para tomar una buena decisión debemos buscar información suficiente, objetiva y confiable sobre el tema; utilizar la razón (es decir, anticipar las posibilidades de éxito o certeza, los beneficios o riesgos para uno mismo y los demás) y contar con un referente ético (es decir, examinar las posibilidades de no causar daño a nadie por la toma de una decisión equivocada).
Se deben asumir las consecuencias de la decisión tomada, es recomendable actuar con autonomía y plena libertad, sin permitir que otros tomen la decisión que nos corresponde, porque somos nosotros los que habremos de dar cuenta de los afectos de la decisión tomada.


Democracia y Paz.

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El 21 de septiembre se celebra el “Día Internacional de la Paz” y el eje temático asignado por las Naciones Unidas en esta ocasión es “paz y democracia”.  El vínculo entre ambos valores parte del supuesto de que la democracia es indispensable para la paz;  a su vez, la democracia se fortalece cuando una sociedad trabaja por la paz, es decir, por la superación de la violencia en sus distintas expresiones, y por la búsqueda de la mayor justicia como base de la vida común entre los miembros de una sociedad.   Este tipo de relación está sustentada en una forma concreta de entender y de ejercitar  la paz y la democracia. Aclaremos, entonces, el sentido que pueden tener estas palabras en el contexto de una relación mutuamente potenciadora y enriquecedora.
  
La democracia que puede posibilitar paz social es aquella que se define por los derechos humanos y tiene al menos cuatro características: primero, la celebración de elecciones libres e imparciales, que posibiliten el derecho a la participación política; segundo, la existencia de medios de difusión libres e independientes,  que pueden contribuir al ejercicio del derecho a la libertad de expresión, pensamiento y conciencia; tercero, la separación de los poderes del Estado, que ayude a proteger a los ciudadanos de la violación de sus derechos civiles y políticos; y cuarto, el fomento de una sociedad civil abierta que haga efectivo el derecho de reunión y asociación pacíficas, orientadas a fortalecer el poder de la ciudadanía como condición para que la democracia fundamente la libertad individual y los derechos humanos en la justicia social y en la equidad económica .

La importancia de este modo de entender la democracia, es que nos permite contar con un criterio concreto y objetivo para valorar su realidad y verdad: el respeto y promoción de derechos humanos fundamentales.  Ignacio Ellacuría, en su momento, nos ponía en alerta con respecto al discurso idealista sobre la democracia, que tiende a confundir el deber ser con la realidad. Es el caso cuando se habla de este sistema relacionándolo con abstracciones como igualdad, libertad, representatividad, etc., pero sin prestar atención a las realidades concretas que podrían impedir o posibilitar que las personas sean más libres, más iguales y más protagonistas. Engañoso es también reducir la democracia a la gobernabilidad política, ocultando la necesidad de una democracia económica que implique la reducción de la pobreza y la desigualdad social. Una “democracia” que promete una igualdad abstracta con una desigualdad real, no es germen de paz, sino de conflicto estructural y, por tanto, de crisis permanente.

Con respecto a la noción de paz, hace unos días Jon Sobrino nos recordaba la necesidad de un mínimo de análisis de lo que se entiende por paz, para que la palabra no sea usada para eludir otras realidades fundamentales como la justicia o la injusticia. En tal sentido, hacía una distinción entre la pax romana, la eirene griega y el shalom judeo cristiano. La pax romana refiere al sometimiento impotente y resignado que imponía el imperio romano a pueblos enteros, y que siguen imponiendo a lo largo de la historia, los imperios militares y económicos, produciendo mucho dolor, sufrimiento y muerte. La eirene griega, por otra parte, significa ausencia de violencia y de guerra (acuerdo para terminar con un conflicto armado); ciertamente la ausencia de conflictos bélicos es un componente necesario de la paz, pero no suficiente para hablar con propiedad de una paz estable. Para el shalom judeo cristiano, en cambio, la paz designa la vida común de los seres humanos, basada en la justicia y la verdad, en la solidaridad y la reconciliación. Lo planteado por Sobrino nos remite a la visión cristiana de la paz que encontramos en el Documento de Medellín. Allí se destacan tres características: primera, la paz es, ante todo, obra de la justicia; por tanto, supone y exige la instauración de un orden justo en el que los hombres y mujeres puedan realizarse como seres humanos, en donde su dignidad sea respetada, sus legítimas aspiraciones satisfechas, su acceso a la verdad reconocido, su libertad personal garantizada (2,14); segundo rasgo, la paz es un quehacer permanente, es el resultado de un continuo esfuerzo de adaptación a las nuevas circunstancias, a las exigencias y desafíos de una historia cambiante. “Una paz estática y aparente puede obtenerse con el empleo de la fuerza; una paz auténtica implica lucha, capacidad inventiva, conquista permanente” (2, 14). La paz es, finalmente, fruto del amor, expresión de una real fraternidad entre los seres humanos (paz social); por eso se afirma que allí donde no hay paz social, donde se encuentran injustas desigualdades sociales, políticas, económicas y culturales, hay un rechazo del don de la paz. Esta es la paz Shalom, la que designa una situación de bienestar pleno, de justicia y equidad.
Terminamos con una acotación: el lema   escogido por las Naciones Unidas para acompañar la celebración del Día Internacional de la paz es “Haz oír tu voz”. Este llamado nos trae a la memoria dos reflexiones. La primara tomada de Aristóteles, quien afirma en uno de sus escritos que el ser humano es aquel ser que tiene palabras y no sólo voz. Los animales tienen solo voz para expresar el placer y el dolor; los seres humanos tienen palabras porque pueden, conjuntamente, deliberar entre ellos sobre lo conveniente e inconveniente, sobre lo justo y lo injusto. Y por otra parte, más cercano a nosotros, Ignacio Ellacuría,  exhortaba a que el pueblo salvadoreño hiciera oír su voz, que reflexionara sobre la situación del país, que exigiera ser bien informados, que hicieran sentir la urgencia de un desarrollo económico profundo del país, y la resolución del problema de la injusticia.

“Haz oír tu voz” ¿qué debe significar ahora mismo este lema para alcanzar la paz y fortalecer la democracia?  Al menos debe implicar despertar de la indolencia o de la indiferencia ante las cuestiones públicas (la injusticia, la impunidad, la depredación, etc.); debe llevar a defender los derechos de los empobrecidos, la muerte por hambre de los habitantes de Somalia, por ejemplo, debería generar indignación y solidaridad; debe conducirnos a denunciar enérgicamente los abusos y las injustas consecuencias de las inequidades extremas entre ricos y pobres; debe orientarnos al compromiso por una democracia incluyente que valora la necesidad de promover las organizaciones de la sociedad civil, los medios de difusión pluralistas, y la política económica centrada en el desarrollo de las personas; debe llevarnos a renovar el compromiso con la no violencia y con la justicia, convencidos de que la paz es, en definitiva, fruto de la justicia.


Resultado de imagen para niño pensandoReforzando nuestros aprendizajes.

¿Qué contenido se trabajó?

La vocación de la profesión docente, deberes y derecho del docente, la vida moral del docente, ventaja y desventaja de la profesión docente, concepto de ciudadanía y ciudadano, relación y diferencia  entre ciudadanía y ciudadano, deberes y derecho del ciudadano, historia de los derechos humanos, conciencia ciudadana, libertada y la justicia como fundamento de la conciencia ciudadana y democracia y paz.

¿Cómo se trabajó?
La temática de este día  consistía en hacer exposiciones grupales con los temas asignados de la semana anterior, los cuales no se pudieron  exponer por cuestión de tiempo, pero elaboramos  un informe  con estos  temas,  y  se realizó un mural en el aula  bajo el tema ética de la profesión docente.
¿Cómo lo puedo poner en práctica con mis futuros estudiantes?

A través de reflexión, teatro, dialogo y  trabajo en grupo.


4 comentarios:

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  2. Para enseñar se necesita vocación. Cuando educas con pasión los resultados son satisfactorios y nos damos cuenta que lo hicimos bien.

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  3. Para poder exigir y reclamar nuestros derechos en cualquier ámbito de la vida ,tenemos que cumplir en primer lugar con nuestras responsabilidades y deberes. Hay que enfatizar esa parte para tener buenos resultados.

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  4. Para poder exigir y reclamar nuestros derechos en cualquier ámbito de la vida ,tenemos que cumplir en primer lugar con nuestras responsabilidades y deberes. Hay que enfatizar esa parte para tener buenos resultados.

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